Exmo. Sr. Luiz Inácio Lula da Silva
Presidente de la República Federativa de Brasil
El mundo se encuentra en un momento de enorme peligro. Estados Unidos reconstruye su posición hegemónica con una furia que no parece tener límites, emprende guerras, ocupaciones y saqueos atropellando el derecho de los pueblos a autodeterminarse y a decidir su futuro. El mundo entero se ha convertido en terreno de definición estratégica de Estados Unidos.
Los territorios tienen hoy una importancia renovada en el marco de la competencia por las ganancias y por el liderazgo mundial. El mantenimiento de la hegemonía mundial se asienta, en gran medida, en la capacidad para apropiarse o controlar, en exclusividad, las fuentes de la vida, los yacimientos de agua dulce, la biodiversidad del planeta, los hidrocarburos, los minerales esenciales y los alimentos.
América Latina, en el gran cinturón que abarca desde el sureste de México hasta la cuenca amazónica, aloja la región con mayor biodiversidad del planeta. Sobre ella se ciernen ahora las amenazas del Plan Puebla-Panamá y el Plan Colombia. Las comunidades y pueblos que la habitan desde tiempos ancestrales y que han contribuido a su desarrollo y riqueza son hoy un freno al ímpetu privatizador que alcanza todos los niveles de la vida. El poder que se despliega contra ellas sólo es comparable al de hace quinientos años: estamos ante la amenaza de un nuevo genocidio contra los pueblos latinoamericanos.
En la misma región se encuentran yacimientos de petróleo, gas, uranio y condiciones inmejorables para la generación de energía eléctrica. La disposición de este petróleo ha sido clave para mantener la disciplina, el abasto y los precios en el mercado mundial frente a los países agrupados en la OPEP. Estimulados por Estados Unidos, los países americanos con yacimientos petroleros se han reconvertido a la exportación y hoy América en conjunto tiene una producción equivalente a la de Medio Oriente. El petróleo de nuestro continente es consumido en su mayor parte por Estados Unidos: 44% de su consumo proviene de Canadá, México y Venezuela.
El control de estos recursos constituye una de las líneas estratégicas de aseguramiento de una situación de invulnerabilidad relativa de Estados Unidos y de rediseño de su hegemonía sobre el planeta. El agua de la cuenca amazónica, de la región del Plan Puebla-Panamá y de los glaciares en el sur del continente son igualmente un motivo mayor para buscar la ocupación, mediante diversos mecanismos, de este maravilloso y rico territorio. Los recursos esenciales hoy no pueden ser deslindados de los territorios que los contienen.
El interés por controlar el territorio latinoamericano, desde tiempo atrás, ha llevado a Estados Unidos a establecerse militarmente en puntos estratégicos. Hoy esta necesidad se acrecienta por la resistencia de los pueblos y por la voracidad capitalista. En los últimos años hemos visto multiplicarse las posiciones militares estadounidenses en nuestros territorios. El Comando Sur del ejército estadounidense, que ha sido responsable de tantas muertes y daños, ha reforzado su acción en Centro y Sudamérica. El Comando Norte ahora se ocupa de la región mexicana, incluidos sus mares y yacimientos, y de Cuba. Las bases militares vienen desde el Caribe y bajan por Centroamérica y la región del Pacífico hasta Tierra del Fuego. Están triangulando el territorio con una visión de largo alcance que implica un sojuzgamiento total. Les falta la costa Atlántica y por eso quieren instalarse en la base de Alcántara, bajo condiciones de absoluta impunidad.
La concesión de esta base constituye el eslabón que faltaba para el control total de América Latina.
La concesión de la base de Alcántara al ejército estadounidense plantea serios problemas de soberanía a la nación brasileña, pero representa, sobre todo, la implantación continental de un patrón de dominio que niega la democracia y la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos.
Como luchadores por la democracia y descolonización de las naciones latinoamericanas, y por la libertad de nuestros pueblos, no podemos aceptar que esta concesión se lleve a término. Señor Presidente Lula, convencidos de su compromiso con las mejores causas de nuestra América, le pedimos anular la concesión e impedir que bases militares estadounidenses se instalen en territorio brasileño y consoliden su dominio sobre toda América Latina.
Atentamente
México: Pablo González Casanova, Samuel Ruiz García, José Luis Ceceña, Carlos Lenkersdorf, Gudrun Lohmeyer, Ana Esther Ceceña (directora de la revista Chiapas), Enrique Leff, Luis Hernández Navarro, John Holloway, Catalina Eibenschutz, Gilberto López y Rivas, Horacio Cerutti-Guldberg, Carlos Fazio, Miguel Álvarez, Carlos Antonio Aguirre Rojas, Enrique Rajchenberg, Raúl Ornelas, Dolores González, Mariano Noriega, Jesús Serna Moreno, María Dolores de la Peña.
Perú: Aníbal Quijano, Mónica Bruckmann, Walter Heredia, Jorge Lora.
Bolivia: Óscar Olivera (Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba), Luis Sánchez-Gómez (Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba).
Brasil: Emir Sader, Myra Landau (pintora), Maria Luisa Mendonça (Rede Social de Justiça e Direitos Humanos), Pablo Gentilli, Carlos Walter Porto Gonçalves, Roberto Leher, Jelson Oliveira (Comissão Pastoral da Terra do Paraná), Tairone Rodrigo Pereira Keppler (Associação Cultural e Recreativa de Cachoeirinha), Luana Vilutis, Laura Tavares Soares.
Uruguay: Daniel Olesker, Raúl Zibechi, Ivonne Trías.
Puerto Rico: Rosa Meneses Albizu-Campos (Partido Nacionalista de Puerto Rico, Movimiento Libertador).
Argentina: Atilio A. Boron (secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), Emilio Taddei, Claudia Korol (revista América Libre), María Margarita Richards, Julio Gambina, Beatriz Rajland, Daniel Campione.
Colombia: Carlos Guillermo Álvarez, Lilia Solano.
Ecuador: Francisco Hidalgo Flor (director de la revista Espacios).
Estados Unidos: Roberto Gutiérrez Varea, José Rabasa.
Bélgica: Bernard Duterme (director adjunto Centro Tricontinental), Carlos Tablada.
Estado Español: Ángeles Maestro (responsable de la Secretaría de Solidaridad Internacional de Izquierda Unida).
Portugal: Boaventura de Sousa Santos.
Italia: Alessandro Simoncini, Ismael Simoncini, Pia Rudolph, Patrizio Nocchi, Rosa Nocchi.
Alemania: Birgit Marzinka, Beate Mulfinger, Werner Lindenblatt, Ricarda Schlittgen, Ulrich Brand.
Holanda: Marco van der Putten Landau.
China: Dominique Landau.
Ocupación militar estadounidense sobre América Latina: