En Belem de Pará, ciudad amiga de todos los pueblos, nos encontramos en el II Foro Social Panamazónico entre los días 16 y 19 de enero de 2003.
Llegamos desde Surinam, Bolivia, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Guyana Francesa y Brasil. Arribamos por diversos caminos: río, tierra y viento. Estamos aquí para decir que otra Amazonia es posible, y aún más, anunciamos al mundo que su construcción ya comenzó.
Durante cuatro días estuvimos reunidos. Más de siete mil participantes indígenas, negr@s, cafuz@s, mameluc@s, ribeirinh@s, de la Amazonia urbana, rural, sin techo, sin tierra, sin nada, pero con mucha esperanza: el combustible indispensable para transformar el mundo.
La Panamazonia es una constelación. Somos muchos, diferentes, pero queremos estar juntos. De ahí viene nuestra fuerza.
El II Foro Social Panamazónico partió de un consenso: toda América contra el ALCA. Durante nuestro encuentro profundizamos nuestra comprensión de que sin la soberanía del pueblo en todos los niveles, incluyendo el de la alimentación, no existe una verdadera soberanía nacional. Por eso nos ponemos del lado de la autodeterminación de los pueblos indígenas, de los derechos de las comunidades tradicionales, contra el Plan Colombia y contra la instalación de bases militares estadounidenses en nuestro territorio. Conmemoramos las victorias democráticas en Brasil y Ecuador, nos solidarizamos con la Revolución bolivariana, repudiamos los intentos golpistas en Venezuela y afirmamos que Guyana debe liberarse del yugo colonial francés.
Condenamos la militarización del continente y la desestabilización externa de los gobiernos democráticos. Tenemos una posición favorable en torno a una salida democrática y negociada del conflicto colombiano.
Entre los pueblos no deben existir fronteras. Escuchamos los dramáticos relatos de la migración considerada ilegal y exigimos que se tomen providencias para rescatar la dignidad de millares de ciudadanos y ciudadanas panamazónicos.
Oímos las voces de la naturaleza, de los ríos, de las selvas: nuestros recursos naturales son fuente de vida y no pueden ser transformados en mercancías. Pertenecen a los pueblos; no pueden ser privatizados o negociados. No somos ciegos, ni estamos en contra del desarrollo; estamos en contra del desarrollo que sólo busca el lucro sin tomar en consideración a los hombres y mujeres que constituyen la mayor riqueza de la Amazonia.
Discutimos propuestas alternativas, intercambiamos experiencias valiosas y estamos seguros de que existen caminos que permiten la comunión de todos y todas con el medio ambiente en un mundo donde la prosperidad sea un bien común.
También conversamos sobre nosotros mismos, sobre nuestras múltiples identidades, al mismo tiempo singulares y plurales, formando un mosaico común: América, el Nuevo Mundo, el continente de la esperanza que hoy vive importantes experiencias democráticas en varios niveles que van desde el local hasta el nacional. Estamos convencidos de que estas experiencias deben ser ampliadas cada vez más, instituyendo el derecho de los ciudadanos y ciudadanas donde hoy impera la barbarie de los monopolios de todos tipos.
La conquista de la igualdad en todos los campos para todas las razas, etnias y entre los géneros, es una necesidad improrrogable y está en el centro de nuestras atenciones. Reconocemos que para ser alcanzada es preciso combinar la lucha por derechos con el ejercicio permanente de la equidad.
En nuestro Foro estuvieron presentes amigos y amigas del Caribe, de Canadá, de México, de Europa y de Medio Oriente. Compartimos sueños, preocupaciones y voluntades. Tenemos mucho en común y entre tantas cosas destaca el rechazo a la guerra: los tambores de la muerte deben ser silenciados; el anunciado ataque del imperio norteamericano contra Irak no debe suceder. Estamos listos para sumar esfuerzos con las fuerzas progresistas del mundo para detener ese crimen hediondo.
El II Foro Social Panamazónico fue un momento construido por el movimiento de los barcos, el sacudir de las calles, la fuerza de los Encuentros Preparatorios sin Fronteras.
Es un buen camino. Seguiremos adelante.
TODA AMÉRICA CONTRA EL ALCA
OTRA AMAZONIA ES POSIBLE
Traducción de Ana Esther Ceceña