Nos hemos reunido en Porto Alegre bajo la sombra de una crisis global. Las beligerantes intenciones del gobierno de los Estados Unidos en su determinación de lanzar una guerra contra Irak son una grave amenaza para todos nosotros y una dramática manifestación de los vínculos que existen entre militarismo y dominación económica.
Al mismo tiempo, la globalización neoliberal está en crisis: la amenaza de una recesión global es permanente; los escándalos de corrupción en las grandes compañías son noticia cotidiana y nos muestran la realidad del capitalismo.
Las desigualdades sociales y económicas se acrecientan amenazando la estructura de nuestras sociedades, nuestras culturas, nuestros derechos y nuestras vidas.
La biodiversidad, el aire, el agua, los bosques, el suelo y el mar son usados como mercancías y están en venta. Todo esto amenaza nuestro futuro ¡y en consecuencia nos oponemos!
¡Por nuestro futuro común!
Somos los movimientos sociales que luchamos en el mundo entero contra la globalización neoliberal, la guerra, el racismo, las castas, la pobreza, el fanatismo religioso, el patriarcado y toda forma de discriminación y exclusión: económica, étnica, social, política, sexual o de género. Luchamos en todo el mundo por la justicia social, por los derechos ciudadanos, la democracia participativa, los derechos universales y el derecho de los pueblos a decidir sobre su propio futuro.
Somos partidarios de la paz, de la cooperación internacional y de una sociedad sustentable que responda a las demandas de los pueblos en los campos de sus necesidades alimentarias, de vivienda, salud, educación, información, agua, energía, transporte público y derechos humanos. Somos solidarios con la lucha de las mujeres contra la violencia social y patriarcal. Apoyamos la lucha de los campesinos, trabajadores, movimientos populares urbanos y de todos aquellos amenazados por la inminencia de la pérdida de sus casas, trabajo, tierra y derechos.
Somos millones los que hemos manifestado en las calles afirmando que otro mundo es posible. Nunca fue esto más cierto ni más urgente.
¡No a la guerra!
Los movimientos sociales estamos contra la militarización, el crecimiento de las bases militares y la represión estatal que genera multitud de refugiados y criminaliza a los movimientos sociales y a los pobres.
Estamos contra la guerra en Irak, los ataques contra los pueblos palestino, chechenio y kurdo, las guerras en Afganistán, en Colombia, en África y la creciente amenaza de guerra en Corea. Nos oponemos a la agresión económica y política que sufre Venezuela y al bloqueo político y económico impuesto a Cuba por el gobierno estadounidense. Estamos en contra de todo tipo de acciones militares y económicas diseñadas para imponer el modelo neoliberal y socavar la soberanía y la paz de los pueblos del mundo.
La guerra se ha transformado en una parte estructural y permanente de la dominación global, la fuerza militar se usa para controlar pueblos y recursos estratégicos como el petróleo. El gobierno de los Estados Unidos y sus aliados están imponiendo la guerra como la forma cada vez más común de resolver conflictos. Asimismo, denunciamos el intento deliberado del imperialismo de acrecentar los conflictos religiosos, étnicos, raciales, tribales, aumentando las tensiones y los enfrentamientos en todo el mundo para favorecer sus egoístas intereses.
La opinión pública mundial se opone en su mayoría a la próxima guerra en Irak. Llamamos a todos los movimientos sociales y fuerzas progresistas a apoyar, participar y organizar protestas en todo el mundo contra esa guerra el próximo día 15 de febrero. Estas protestas están siendo planificadas y coordinadas por quienes se oponen a la guerra en treinta de las mayores ciudades del mundo.
Descarrilemos a la OMC
La Organización Mundial de Comercio (OMC), el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la proliferación de acuerdos regionales y bilaterales, tales como el Acuerdo para el Crecimiento y Comercio en África (AGOA) y los acuerdos de libre comercio propuestos para Centroamérica, son usados por las corporaciones transnacionales para promover sus intereses, dominar nuestras economías y forzar un modelo de desarrollo que empobrece a nuestras sociedades.
En nombre de la liberalización del mercado el pueblo ve negados sus elementales derechos y cada aspecto de la vida y de la naturaleza en venta. Las multinacionales agroindustriales tratan de imponer los OGM en todo el mundo; a la gente que padece el sida y otras pandemias en África y otros lugares se les niega el acceso a los medicamentos genéricos baratos. Además, los países del sur están atrapados en el interminable ciclo de la deuda que los obliga a abrir sus mercados y a exportar sus riquezas. En este año nuestras campañas contra la OMC, el ALCA y los acuerdos de libre comercio crecerán en magnitud y repercusión.
Haremos una campaña que detenga y revierta la liberalización de la agricultura, el agua, la energía, los servicios públicos y las inversiones y permita que los pueblos recuperen la soberanía sobre sus países, sus recursos, sus culturas, sus conocimientos y sus economías.
Nos solidarizamos con los campesinos mexicanos que afirman "el campo no aguanta más" y con el espíritu de sus luchas y nos movilizaremos local, nacional e internacionalmente para desbaratar los planes de la OMC y el ALCA. Apoyamos el movimiento que en el mundo entero lucha por la soberanía alimentaria y contra los modelos neoliberales tanto en la agricultura como en la producción y distribución de alimentos. En concreto, organizaremos en todo el mundo protestas masivas durante la celebración del quinto encuentro ministerial de la OMC que se celebrará en Cancún, México, en septiembre de 2003, así como también durante la celebración, en octubre de este mismo año, de la reunión ministerial del ALCA en Miami, Estados Unidos.
Por la cancelación de la deuda
La completa e incondicional cancelación de la deuda del tercer mundo es un prerrequisito para lograr la plena satisfacción de los más elementales derechos humanos. Apoyaremos a todo país deudor que desee dejar de pagar su deuda externa y los que se nieguen a aplicar los programas de ajuste estructural impuestos por el FMI.
Siglos de explotación de los pueblos del tercer mundo, de sus recursos y de su medio ambiente les otorga a éstos el derecho a una reparación y hace que nos preguntemos "¿quién debe a quién?" Sobre estos ejes se organizarán las campañas y las importantes movilizaciones que se llevarán a cabo en el 2003: G8 (Evian, junio), OMC (Cancún, septiembre), y durante el encuentro anual del FMI y Banco Mundial (Washington, septiembre).
Nos oponemos al G8
Llamamos a todos los movimientos sociales y fuerzas progresistas a que formen parte de esta movilización para denunciar la ilegitimidad y para rechazar las políticas que el G8 se propone debatir en Evian, Francia, entre el 1° y el 3 de junio de 2003. Esta movilización se realizará en todo el mundo incluyendo un encuentro internacional en Evian: una contracumbre, un campamento alternativo y una gran manifestación internacional.
Mujeres, promoviendo la igualdad
Formamos parte de las acciones que promueven los movimientos de mujeres el 8 de marzo, día internacional de la lucha contra la violencia, el patriarcado y por su igualdad social y política.
En solidaridad
Llamamos a todas las fuerzas progresistas, a los movimientos y a las organizaciones del mundo entero a manifestar solidaridad con los pueblos palestino, venezolano, boliviano, cubano (que lucha contra el bloqueo estadounidense) y otros que están padeciendo graves crisis y luchando contra la hegemonía imperialista en este mismo momento.
Fortalezcamos la red mundial de movimientos sociales
El año pasado, durante el Foro Social Mundial en Porto Alegre, aprobamos una declaración que definió nuestros objetivos, nuestras luchas, y la forma de construir nuestras alianzas. El espíritu de este documento está vivo e inspirará nuestras próximas movilizaciones.
Desde entonces, el mundo ha cambiado muy rápidamente y sentimos la necesidad de dar un paso más en nuestros procesos de decisión, en nuestra coordinación y en nuestras alianzas para articular y desarrollar una agenda amplia, combativa, democrática, plural, internacionalista, feminista, no discriminatoria y antimperialista.
Queremos construir ahora un marco referencial que articule nuestros análisis y nuestros compromisos con nuestras movilizaciones. Esto requiere la participación activa de todos los movimientos, recordando siempre que los movimientos sociales son independientes de los gobiernos y de los partidos políticos (conforme a la carta de principios del FSM), así como el respeto a la autonomía de las diferentes organizaciones. Este marco de referencia se fortalecerá con la contribución de los diversos actores sociales y las experiencias y la práctica social compartidas. Además deberá estar de acuerdo con las diversas formas de expresión política y de organización de los movimientos sociales y respetar la diversidad de ideologías y de culturas.
Sentimos la necesidad de construir una red de movimientos que dé respuestas, que sea flexible y sustentable y al mismo tiempo amplia y transparente y cuya responsabilidad consista en enriquecer este proceso, alimentarlo, promover su diversidad y que asegure la necesaria coordinación. Los objetivos de la red serán incentivar a los movimientos de todos los continentes a que se involucren en un debate político más profundo, facilitar acciones comunes y fortalecer la iniciativa de actores concretos que luchen por sus intereses sociales. Su trabajo tendrá que ser al mismo tiempo horizontal y efectivo.
Para lograr estos objetivos proponemos conformar un grupo de contacto que sirva de recurso e instrumento para nuestras movilizaciones internacionales incluyendo la preparación de encuentros, la promoción del debate y de la democracia a través de un sitio web y de listas de correo electrónico. Este grupo de contacto se establecerá por un periodo de seis a doce meses y se basará en la experiencia de los promotores de la red de movimientos sociales y populares existentes en Brasil. Este acuerdo es transitorio y destinado a asegurar la continuidad. La principal tarea de este grupo provisional es facilitar el debate, de modo que los movimientos sociales de todo el mundo puedan definir procedimientos concretos de trabajo conjunto. Se trata de un proceso en marcha. La primera evaluación de este nuevo grupo de contacto tendrá lugar durante las reuniones que la red de movimientos sociales va a realizar en septiembre de 2003 contra la OMC en Cancún. La asamblea de los movimientos sociales realizará una segunda evaluación durante el FSM que se espera se celebre en la India en 2004.
Entre otras cosas la evaluación considerará la eficiencia de la coordinación realizada y buscará nuevas formas de fortalecerla. Además, considerará cómo continuar el proceso de un año a otro y cómo incluir en la red movimientos nacionales, regionales y campañas temáticas. Mientras tanto es necesario desarrollar un amplio debate en el seno de las organizaciones, campañas y redes para articular las propuestas y lograr así una estructura más representativa y permanente. En los próximos meses tendremos muchas ocasiones para experimentar y construir este procedimiento por medio de las campañas y de las movilizaciones que conforman nuestra agenda común.
Llamamos a todas las redes, a todos los movimientos populares y sociales para que firmen esta declaración en el plazo de dos meses enviando mensaje en este sentido a: movsoc@uol.com.br
Porto Alegre, Brasil, 27 de enero de 2003